5 S o Housekeeping

Durante un curso de formación en calidad impartido por la Asociación Española para la Calidad (AECC) allá por el año 1993 dentro de los planes del Mº de Industria, EUROFORM, nos explicaron, que la estructura organizativa de la empresa debe fundarse sobre cimientos fuertes que le permitan estar protegida ante condiciones adversas. Uno de estos pilares conocidos desde hace más de 30 años es el conocido con el nombre de 5 S o Housekeeping. Originarias del Japón, las 5S son más que un programa de orden y limpieza.


En conjunto, representan una lógica de trabajo, una manera de enfocar las tareas cotidianas generando el cambio cultural requerido para sobrevivir en el mercado. Creo que en las actuales circunstancias que viven las empresas, esta regla sigue totalmente vigente.
En la vorágine actual que sufren las empresas, como en la vida diaria de una persona, dentro de las rutinas que debe permanecer, están el orden y la limpieza que son esenciales para un flujo eficiente y uniforme de las actividades.
Mediante acciones simples y de sentido común, las 5S proporcionan una forma muy barata de mejorar las áreas criticas, productividad, la prevención de los riesgos laborales y la satisfacción de los empleados.
No olvidemos que, como unos de los principios básicos en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, establece el Orden y la Limpieza.
Como decía al principio, no son una moda, son principios básicos para mejorar nuestra vida laboral haciendo que nuestras áreas de trabajo sean un lugar donde valga la pena habitar y donde la calidad y la productividad sean lo cotidiano. 
Puede que tambien necesitemos alguna otra medicina,  a la vista de los tiempos que corren, como por ejemplo: ¿Cambiar el modelo de gestión, aprovechar las oportunidades y liderar correctamente a los equipos tomando las decisiones correctas?. Puede que sí, suena bien. Quizá el secreto esté en si realmente se quiere o no apostar por un cambio inevitable, y si todos los integrantes de la organización están dispuestos a ello.
Además de estas medidas y seguramente otras muchas, las actitudes de los mandos y trabajadores es fundamental. No hay que olvidar que la gestión del cambio se llevará a cabo con la implicación de todos los miembros de la organización.
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